viernes, 24 de octubre de 2008
Textos para la segunda clase del tercer módulo
Adjuntamos los links para descargar los textos de la segunda clase del tercer módulo.
De igual manera se enviaron a los correos electronicos que nos han dado.
Nos vemos!
http://www.megaupload.com/?d=WZ751K7F
http://www.megaupload.com/?d=ORCZCJGG
http://www.megaupload.com/?d=73WZ1GGI
http://www.megaupload.com/?d=ZG3SE4PP
http://www.megaupload.com/?d=AUWXC7LP
viernes, 17 de octubre de 2008
Documentos para el Tercer módulo
Adjuntamos los links para descargar los documentos digitalizados para el tercer módulo de la escuela : "Origen de la Humanidad, su situación en la Historia de la Tierra y organización cultural de las primeras agrupaciones humanas."
De igual manera se harán llegar por correo electrónico por si hay problemas con la descarga.
Nos vemos.
http://www.megaupload.com/?d=C7X8RIDY
http://www.megaupload.com/?d=GTVKU21F
http://www.megaupload.com/?d=VW387D6L
http://www.megaupload.com/?d=QTVCBQ38
jueves, 2 de octubre de 2008
Origen de la Humanidad, su situación en la Historia de la Tierra y organización cultural de las primeras agrupaciones humanas.
Adjuntamos 2 links para bajar documentos que servirán a la discusión del Tercer módulo de la Escuela:
"Origen de la Humanidad, su situación en la Historia de la Tierra y organización cultural de las primeras agrupaciones humanas."
Nos vemos.
http://www.megaupload.com/?d=VW387D6L
http://www.megaupload.com/?d=QTVCBQ38
sábado, 2 de agosto de 2008
Link para descargar
"Los Movimientos Sociales Populares en el Siglo XX: Balances y Perspectivas"
"Balance de los movimientos sociales en el MERCOSUR. Pistas para los procesos de integración regional"
http://www.ongeco.cl/Noticias/noticia181.htm
"Movimientos sociales en América Latina, Córdoba, 2003"
http://www.gigasize.com/get.
"Movimientos sociales, Educación Popular, Mendoza, 2008"
http://www.gigasize.com/get.
viernes, 20 de junio de 2008
Apuntes de clases. Cuarta sesión
MOVIMIENTO SOCIAL→ MOVIMIENTO OBRERO[1]→REVOLUCION→ SOCIALISMO
La realidad del movimiento social en nuestro país dará paso, sin embargo a una serie de cuestionamientos concernientes sobre la real aplicación de este esquema a la realidad nacional. Cuestionamientos que se a evidenciarán de forma más clara, principalmente a partir de la década de los setenta, periodo durante el cual el eje de discusión consistió básicamente en dos posiciones antagónicas dentro de la izquierda, a saber, reformismo v/s revolución. Esto significa en lo práctico que va a existir por un lado una postura partidaria de la transformación social pero siempre subordinada por el respeto hacia las vías legales y el repudio hacia las formas violentas de manifestación, mientras que en contraparte se hará patente la visión revolucionaria contraria al etapismo o reformismo y a favor de las vías no legales de lucha, tales como la insurrección armada como paso estratégico de lucha.
La discusión dará paso irremediable a un replanteamiento acerca de la validez y utilidad práctica del eje anteriormente mencionado debido a las particularidades históricas del proceso “revolucionario” chileno. Particularidades que van a evidenciarse en la creciente complejización y diversidad del movimiento social y de los partidos políticos durante la época[2]. En este sentido cabe destacar que durante principios de la década de los setenta, el movimiento social se presentaba en Chile compuesto principalmente por el movimiento obrero, movimiento de campesinos, movimiento de estudiantes, movimientos indígenas, y el movimiento de pobladores. En tanto que los partidos de izquierda o “vanguardia”, que articulaban lo que era la Unidad Popular, también mantenían expresiones distintas dentro del movimiento popular (PC, PS, MIR, MAPU, IC) y aportarían a conformar (en mayor o menor medida claro esta) lo que sería la llamada “vía chilena hacia el socialismo”, la cual en definitiva cumpliría un rol esencial en el proceso revolucionario chileno y también latinoamericano.[3]
Si bien la llamada “vía chilena hacia el socialismo” no prevaleció (ni tampoco la posición revolucionaria), producto de la dictadura que vino finalmente a consagrar el neoliberalismo y el terrorismo de Estado, la diversidad del movimiento social en Chile y en Latinoamérica prevaleció, e incluso durante el periodo de “resistencia” (en la década de los ochenta) sería una de las características mas notables a considerar. A nivel latinoamericano comenzaron a proliferar una serie de movimientos[4] relacionados con los Derechos Humanos[5], la Iglesia,[6] el medio ambiente, de género, juveniles[7]...etc.
Es precisamente la particularidad del caso latinoamericano, la que nos conducirá a hacernos dos preguntas fundamentales, a saber: ¿qué hemos sido históricamente? ¿Cómo es que comprendemos la sociedad de hoy?
Cuando el mundo se explicaba por medio de la perspectiva de la lucha de clases, éste se aclaraba. La confusión nace entonces al no contemplar esta perspectiva. Pese a esto hay que hacer notar que el entender y utilizar de manera determinista los postulados de Marx, es simplificar, es reducir la teoría al absurdo, sobre todo si consideramos los problemas teóricos alejados de los problemas prácticos, por otro lado se puede tener claridad teórica sin tener por eso una coincidencia en el terreno práctico, lo importante a destacar en definitiva es que en realidad los problemas del movimiento son ciertamente prácticos y no teóricos. Esta aclaración es de vital importancia para entender el fracaso en que han incurrido las explicaciones teóricas en su intento de dar respuesta con respecto al desarrollo de los movimientos sociales críticos frente al sistema[8]. Otro factor que no han considerado las teorías con respecto a los movimientos sociales en Chile, ha sido precisamente el no contemplar la gran variedad y el surgimiento de nuevas expresiones del pueblo materializadas en lo que se denominan los nuevos movimientos sociales. Dejan también de lado los roles de los sujetos históricos.
3 CORRIENTES TEORICAS
En nuestra búsqueda por conocer los enfoques con que, hasta ahora se ha abordado el análisis de los movimientos sociales, se nos presentan tres corrientes teóricas, cada una de las cuales tendrá visiones diferentes respecto a las implicancias de un movimiento.
-Socialismo científico (marxismo): Diremos que tiene la primacía con respecto al movimiento social. Vincula al movimiento social con el movimiento obrero, y a su vez este último con la clase social. Se nos presenta básicamente como una teoría del conflicto social que caracteriza a las relaciones sociales subsumidas bajo la lógica de las relaciones de producción[9] que van a tener características distintas según cada periodo, o según el patrón de acumulación que se presente.[10]
De acuerdo a esta perspectiva, en el capitalismo, se han simplificado las contradicciones, en el sentido, que es dentro del capitalismo en donde se identifican con mayor claridad dos clases antagónicas (burguesía y proletariado):Va a ser entonces, dentro del capitalismo donde se desarrolla lo que denominamos lucha de clases.
Actualmente es posible identificar (por su puesto con respecto al análisis del movimiento social) básicamente dos variantes. La primera va a corresponder a los postulados de Lenin y Trotsky desarrollados durante la primera guerra mundial, desde Lenin se plantea la necesidad de ligar a la clase con un tipo de organización, mientras que Trotsky va advertir sobre la conducción del partido y en el fondo sobre el advenimiento del estalinismo. Ambos van a remarcar el carácter de clase del partido y van a coincidir que es la clase la que debe construir el partido, y no el partido a la clase, en contraposición al estalinismo, en donde el partido es quién reemplaza a la clase y toma decisiones por ésta. La segunda vertiente dentro del marxismo va a surgir en Inglaterra entre las décadas del sesenta y setenta con los postulados de autores como J.Thompson, E. Hobihamm, y C. Dudé. Para esta corriente las clases no se encuentran preconstituidas, una clase sólo nace cuando se reconoce a sí misma, así la clase no es ninguna cosa, si no que es más bien una experiencia histórica. Introduce más fuertemente lo cultural y señala de este modo que la conciencia misma emerge en el campo de la experiencia cultural en la cual los individuos se desenvuelven.
- Teoría de la acción (A. Touraine → Francia → Estructuralismo): Se presenta un alejamiento con respecto a la noción que indica que la lucha de clases llevará al socialismo, no obstante rescata que existen luchas sociales compuesta por actores sociales que cuestionan las estructuras, pero que intentarían disputar su lugar dentro de ésta sociedad. La teoría de la acción se mueve bajo tres ejes o principios que estarían presentes en el movimiento social, los cuales serían: Identidad, oposición, y totalidad.
Si llevamos los planteamientos de esta corriente al análisis de Latinoamérica podríamos concluir, según esta corriente, que los movimientos sociales nunca terminan de desarrollarse, por tanto no habría movimientos sociales, sino mas bien luchas sociales dispersas.[11]
- Teoría de la acción colectiva (Sociología estadounidense): Se pregunta por el cómo no por el porqué, al igual que la mayor parte de las corrientes estadounidenses sólo se limita a describir pero no a explicar. Tuvo relevancia sin embargo para la elaboración de las teorías de la marginalidad. Aunque con respecto a esta corriente surgieron una variedad de tendencias, en relación con los movimientos sociales se desarrollan ciertos temas o fenómenos como por ejemplo, el arraigo en las bases sociales, el “hacer política por otros medios”, la disputa política en las relaciones sociales y el rol que jugarían las creencias en las formas de organización. “Las creencias colectivas fomentan los comportamientos colectivos, empero existen creencias colectivas en grupos cerrados que no son compartidos por el resto de la sociedad, este tipo de creencias dan paso a comportamientos considerados como desviados, producto de su alejamiento de lo catalogado como normal.”
[1] Con la aparición de la obra “¿Qué hacer?” de Lenin, se producirá una ruptura en la concepción de la conciencia obrera. En su época Lenin identifica una conciencia espontánea que tiende al economisismo, la cual derivaba en el tradeunionismo (para Chile = sindicalismo). Esta conciencia requería la constitución del partido revolucionario de vanguardia, el cual debía dar un mínimo de dirección al movimiento y a su vez propiciar el comienzo de la sociedad sin clases.
[2] Es necesario aclarar sin embargo, que este fenómeno no sólo se remitió a este período, sino que se mantuvo y aún creció (al menos en su diversificación) durante el llamado periodo de “resistencia” durante los ochenta.
[3] Cabe acotar que, al ser Cuba el único país con un latente proceso revolucionario en ese entonces, era imprescindible expandir su experiencia hacia otros países. En ese sentido resulta evidente el sentido de la visita de Fidel Castro en 1971, durante el gobierno de Salvador Allende.
[4] Llama la atención que la mayor parte de los movimientos sociales en América Latina no son precisamente conformados por los sectores productivos (trabajadores).
[5] Un caso emblemático es el surgimiento de la agrupación de las Madres de la plaza de mayo en Argentina.
[6] Resulta importante aclarar que el movimiento de los sin tierra en Brasil (MST) surge con claras influencias luteranas y de la iglesia en general.
[7] Es necesario mencionar que en la década de los ochenta los jóvenes y las mujeres se consagraran como actores sociales importantes. Una muestra de ello es el surgimiento de movimientos feministas, estudiantiles y poblacionales en donde mujeres y jóvenes cumplieron un papel de suma importancia en su conformación y desarrollo. No obstante serían las mujeres quienes darían en definitiva el soporte a la organización dentro del mundo popular
[8] En chile por ejemplo es un error el señalar que durante el siglo XIX (donde la mayor parte del pueblo eran peones) la necesidad por proletarizarse y llevar a cabo una lucha de clases (tal como en los países industrializados de Europa) era apremiante para el pueblo chileno, es más, era el proletarizarse lo que menos interesaba a los peones de la época.
[9] “la condición necesaria para que exista la historia es que existan hombres de carne y hueso, el hombre por su parte necesita trabajar y reproducirse, he aquí la génesis de las relaciones de producción”
[10] Para mayor información de los patrones de acumulación remítase a los apuntes del primer modulo disponibles en este mismo sitio.
[11] no obstante cabe considerar que la identidad de clase no se crea al existir una nula capacidad de autonomía con respecto al Estado, a las políticas emanadas de éste, no se trata entonces de que existan luchas aisladas sin una carga política, cuestionadota del mismo orden social
sábado, 7 de junio de 2008
La Tasa de Plusvalor
Ejemplo tomado de El Capital Tomo I, cap. VII, de Karl Marx.
Por sencillo que sea el método, parece conveniente ejercitar al lector, mediante algunos ejemplos, en este modo de ver, poco usual para él, y en los principios en que se funda.
Entremos en primer lugar en una hilandería. Los siguientes datos corresponden al año 1871 y me han sido proporcionados por el propio fabricante. La fábrica emplea 10.000 husos mecánicos, que producen con algodón americano hilado número 32, fabricando semanalmente
El salario asciende a
Por tanto, la cuota de plusvalía es=80/52 = 153 11/13 por ciento
Siendo de 10 horas la jornada laboral media, llegamos al siguiente resultado: trabajo necesario = 3 31/33 horas y plustrabajo = 6 2/33 horas. (El obrero trabaja el 66% de su día gratis)
miércoles, 30 de abril de 2008
Apuntes de clases. Tercera sesión
Dejo aquí el link de descarga de las láminas de la última clase del primer módulo, que corresponde a la acumulación capitalista en la fase neoliberal.
Están en formato PDF, y corresponden al power point que presentó el profesor en esa oportunidad.
http://rapidshare.com/files/126624994/NEOLIBERALISMO-conce.pdf.html
domingo, 27 de abril de 2008
Apuntes de clases. Segunda sesión
Uno de los objetivos principales de esta escuela, es superar la departamentalización del marxismo como teoría de estudio, pues desde la “academia” se le suele subdividir en estudios económicos, sociológicos, políticos, sin lograrse una visión totalizante, y consecuentemente, la utilización del marxismo como Teoría de la Praxis, para la construcción de una nueva sociedad, es decir, la necesidad que tenemos hoy de utilizar la teoría para la concientización, construcción de proyectos y práctica real, la definición de un horizonte para el cual propendemos a una mayor acumulación de fuerzas.
Es así necesario, comenzar desde una base de abstracción de la teoría, como simplificación de la realidad, para comenzar el estudio, y que en nuestro particular análisis, corresponderá a estudios de períodos temporales de 30 a 40 años, para poder dilucidar los “Patrones de Acumulación”, y no el simple análisis de “Coyunturas”, o estudios referentes a los cambios de época.
Teóricamente, los patrones de acumulación parten de la premisa básica económica estudiada en los esquemas anteriores, donde:
Lo que significa existencia de Plusvalor. Ahora, si no hay Plusvalor, no hay excedente, y si no hay Excedente, no hay Acumulación.
Es necesario, además, entender la Política y su consecuente división de roles sociales, donde encontramos a los actores sociales dentro de los espacios de producción, como la conformación de Sindicatos (clase obrera) y los Gremios (clase patronal).
Desde una perspectiva burguesa veremos a los partidos políticos, los cuales participan de un sistema de partidos formal, y la discusión que dan acerca de lo político, lo hacen en el Congreso, siendo esta la Democracia Burguesa.
Con respecto a la generación de Culturas, veremos la Estética, el Arte y la Urbanización, como formas de construir relaciones sociales, de reproducir la vida, y la intimidad de las relaciones.
De estas mismas definiciones, surge el problema ambiental, desde la perspectiva no sólo biologicista, sino entendido como la afección a los segmentos más periféricos, y el impacto social a la salud mental de las personas, la creación de espacios de consumo masivo y la recaracterización de los centros urbanos.
Patrones de Acumulación, como devenir de la estructura de clases:
“Transición del Capitalismo Industrial”
1850 – 1930
Período de Patrón de Acumulación Primario Exportador, donde la actividad principal en cuanto cantidad de personas, corresponde en una primera instancia a una agrícola, para convertirse luego en una minera, donde la población rural representaba inicialmente el 80% de la población, pero que en este período disminuye hasta un 60%, por un mayor poblamiento urbano, y el crecimiento de las ciudades.
Aparece también una incipiente industria nacional, que produce bienes y servicios básicos aún para quienes no participan del proceso productivo.
También surgen problemas en la vida íntima, ya sean en salud, cesantía, vivienda, alcoholismo, delincuencia, etc. Todo esto enmarcado en lo que se llamaría la “Cuestión Social”, en una sociedad excluyente, acarrearía el origen de Sociedades Mutualistas, y desde 1880 en adelante, el de Sociedades en Resistencia, Mancomunales, Sociedades de Socorro Mutuo y Sindicatos, las cuales representarían a los sectores dominados, y estaría influenciados por el marxismo, el anarquismo e incluso el cristianismo, y que se verían enfrentadas a las organizaciones del sector dominante, tales como la SNA (1838)que aglomeraba a los propietarios de la tierra, y la SOFOFA (1880) que reunía a los propietarios de la industria.
Todos estos procesos brotan en un contexto de guerras civiles (1851 y 1891), y en la llegada de ideas liberales anticlericales (previas a las comunistas).
En relación a los partidos políticos, podemos nombrar a los primeros en aparecer en Chile ya como superación de sólo corrientes o grupos políticos, y que fueron el Conservador, el Liberal, el Democrático, y el Radical.
En el plano laboral, los sectores de trabajadores más significativos para el patrón de acumulación, serán el sector agrícola y el minero, donde existirá explotación de plata, cobre, y salitre desde 1880 en adelante, y en el que serán actores fundamentales, los habilitadores (dueños y rentistas de la tierra), pirquineros y fundidores, todos los cuales partes o no de la burguesía industrial, serán dependientes de la burguesía mercantil – financiera. En todos estos procesos de producción, se pueden dar dos o más procesos de acumulación simultáneos, además de la importancia de los intermediarios de mercancía, y la división en fletes, seguros, envío de mercancía al extranjero, el financiamiento, y el conocimiento del funcionamiento de las tecnologías (ingenieros).
Es además necesario identificar a los trabajadores de estas formas de producción; inquilinos, campesinos, gañanes, peones y labradores, distintos al proletario industrial tipo.
“Modelo ISI o Desarrollismo”
1930 – 1973
Período marcado por la implantación del modelo cepaliano en Chile, y su correlato a partir de 1938, donde podemos reconocer un nuevo Estado, influenciado por la visión del Estado de Bienestar de Keynes, posterior a la Segunda Guerra Mundial, y su correlato en Latinoamérica con la implantación de modelos desarrollistas, influenciados por el pensamiento de Raúl Prevish, economista argentino que plantea la tendencia al intercambio desigual que afecta a América Latina, modelo que busca la creación de industria nacional capaz de producir bienes manufacturados en el país, con el fin de proveerse a sí mismo y por ende, suplir la necesidad de las importaciones en ciertos ámbitos básicos. Para esto se potencia la llamada “industrialización en sustitución de las importaciones” o modelo ISI, el cual logra beneficiar a un grupo minoritario de la clase trabajadora, y queda corto como segunda fase de aproximación al capitalismo, puesto que no alcanza a dotar a sus industrias del desarrollo necesario para producir medios de producción, lo cual hace a la economía nacional dependiente una vez más de los medios de producción importados (una de las causas de la inflación alrededor de 1955).
En este período se da también la llamada “colaboración de clase”, entre trabajadores, patrones y el Estado, la que buscaba aumentos salariales, aumentando también el consumo, lo que produciría mayor dinamismo en la economía y los ciclos de productivos, además de otorgarse una supuesta mejor calidad de vida a los trabajadores, y que contemplaba la creación de viviendas para los trabajadores de una determinada industria, por parte de las empresas y clases patronales, las que comúnmente se ubicaban alrededor del sector de trabajo, y que constaban con diversa infraestructura y servicios para los obreros, los que una vez dejando el trabajo, eran echados de las viviendas para trabajadores.
Esta fase es alimentada para los sectores populares por dos hechos importantes, los que son, el nacimiento de corrientes de “Teología de la Liberación” (Medellín, Colombia y Puebla, México) que comienzan a incidir en el país, y el impacto de la Revolución Cubana en 1959, y que rompe con la hegemonía doctrinaria de los Partidos Comunistas alrededor del mundo.
En el plano del sistema de partidos, ocurre una mutación y el nacimiento de diversos partidos políticos, tales como el PS en los años 30, el PC, la DC (de las juventudes conservadoras), mientras que nacerán corrientes de derecha que serán claramente influenciadas por la Escuela de Chicago (1955) y sus dos máximos exponentes, Milton Friedman y Fiedrich Von Hayek, mientras que en el plano sindical, este se arraigará fuertemente en Chile, con la creación de la FOCH en 1908.
Por otro lado se impulsará la “Reforma Agraria”, que en el plano internacional busca capitalizar el campo (EE.UU.) en oposición a socializarlo, a través de la inserción de créditos, capacitación laboral, creación de cooperativas y la inducción a la organización campesina, como resultado de la ampliación de las funciones del Estado, que buscan industrializar el campo apoyados en intereses de clase (burgueses), ya que el mismo Estado otorga las facilidades de alfabetización, créditos y más, para luego comprar a los productores del campo, completando el ciclo del capital. En Chile, este proceso se verá impulsado por los gobiernos de Alessandri y Frei, para llegar a un punto más culmine en el Gobierno de Allende.
En el plano cultural, aparece el claro reflejo de los intereses de clase, lo que en la música, quedará ejemplificado con la existencia de Víctor Jara, o Violeta Parra.
En el contexto internacional, este período estará enmarcado en dos guerras mundiales, que significarán un cambio en las correlaciones de fuerzas internacionales, al culminar la hegemonía de Inglaterra y el ascenso de la norteamericana, reflejado en el cambio de la divisa de transacción de la Libra Esterlina, al Dólar. Además, incidirá fuertemente en el país la Revolución Bolchevique, y la creación de la Internacional Comunista, que da comienzo a la fundación de Partidos Comunistas en todo el mundo, siendo el chileno uno de los más disciplinados y cuadrados.
Aparecen también nuevos sectores de trabajadores, tales como la burocracia estatal, el profesorado, los profesionales de la salud, Carabineros y los primeros atisbos de beneficencia pública hacia la seguridad social. Junto con esto desaparece un sector casi completo de otros, entre los que se cuentan los obreros del salitre lego de la creación del salitre sintético en Alemania.
La nueva burocracia estatal, se amplia y el Estado busca cooptar a los movimientos populares, negociando sus reivindicaciones, lo que impide la realización de sus proyectos alternativos, es decir, la identidad de clase se coarta al alero del estado, e intenta ser guiada por el PC y parte del PS, que buscaban la inclusión en la República, mientras que los sectores revolucionarios, con su proyecto alternativo incidía más en otros espacios, tales son el campesino, poblacional y estudiantil, apoyados por otros actores, como por ejemplo, la FECH, conformada por estudiantes autoconvocados al margen de los partidos políticos tradicionales, y comprometidos con la clase trabajadora.
sábado, 29 de marzo de 2008
Apuntes de clases. Primera sesión
Para comprender el desarrollo del capitalismo, primero debemos despojarnos de la concepción positivista o evolucionista del concepto de desarrollo, éste no mantiene una dirección lineal vinculada únicamente con la idea de progreso expresada por un determinismo ortodoxo propio de las antiguas descripciones. Para nuestros fines analíticos éstas elaboraciones resultan bastante carentes.
Dentro de la rama de las ciencias sociales, éste determinismo es menos importante que la idea del desarrollo entendida como una aproximación a la imagen de una “posibilidad de continuidad histórica” abierta y por tanto no predeterminada. Esto quiere decir que el rol que puedan cumplir los individuos en el curso de la historia resulta de gran importancia, o en otros términos “el grado de potencialidad que tienen los actuantes sociales remarcan aún más el grado de posibilidad del devenir social”.
Lo anterior sin embargo no significa que los hombres comunes hayan sido hasta ahora creadores conscientes de la realidad en la cual se desenvuelven, sino más bien que existen determinados individuos que tienen la capacidad de mantener un control relativo de las distintas esferas claves dentro de la sociedad. Lo anterior resulta de gran importancia para poder comprender los acontecimientos históricos dentro de nuestra sociedad, así como del desarrollo del capitalismo en el mundo occidental. De este modo comprenderemos por ejemplo el énfasis (desde luego a partir la lógica capitalista) que tienen los capitalistas por torcer las regularidades (evidente sobre todo en los momentos de crisis).
El proceso de acumulación
Entrando ya en una lógica económica, entenderemos que el proceso de acumulación en su forma más tradicional se da de la siguiente manera:
En Donde:
D = Dinero inicial
M = Mercancías (para producir)
Ft = Fuerza de trabajo
Mp = Medios de producción
P = Proceso productivo
M´= Mercancía resultante
D´= Dinero resultante
En tanto que siempre:
· D`>D (dinero resultante siempre será mayor que el dinero inicial)
El ciclo anterior debe ser comprendido en un espacio y tiempo determinado dentro de una sociedad “x”, no obstante para abrir nuestro análisis es necesario entender que este mismo proceso puede repetirse “n” cantidad de veces en un tiempo y espacio cualquiera. Pero para ser más precisos cabe mencionar que éste ciclo se nos va presentar de formas diferentes según el momento histórico. A esta consideración corresponde la noción de patrón de acumulación. De lo anterior nace la necesidad de analizar el desarrollo del capitalismo, distinguiendo distintos periodos históricos en los cuales éste ha estado presente, y en los cuales ha mantenido patrones de acumulación diferentes.
Pero ¿cómo podemos diferenciar un patrón de acumulación? Para esto debemos tener en cuenta que el esquema anterior de reproducción merece un análisis detallado en cada momento histórico, ya que siempre existirán especificidades únicas que son las que van a caracterizar al periodo. No obstante existen factores permanentes, los cuales se presentaran de distintas maneras, las cuales conviene analizarlas según el momento histórico del que se quiera dar cuenta. Estos factores son los siguientes:
1. Relaciones con el resto del mundo
2. Relaciones con el ecosistema o naturaleza
3. Rol del Estado
4. Clases sociales
5. Ejes de acumulación principales y subordinados
6. Convivencia con otras formas de reproducción de vida
El análisis del patrón de acumulación requiere de la definición de las relaciones que éste tenga con el resto del mundo y de las relaciones que tenga con su entorno natural, esto implica comprender el grado de dependencia que se tenga con las economías extranjeras, en un momento histórico determinado.
Al mismo tiempo se hace necesario comprender el rol que tiene el Estado en el esquema de acumulación, se debe comprender que el Estado cumple un rol productivo y a su vez mantiene un rol reproductivo de la ideología imperante.
Al analizar el esquema nos encontramos con que D`- D = Mg (masa de ganancias). Pero el destino de Mg no debe confundirse. Normalmente podríamos pensar que en el ciclo capitalista de la producción, este dinero debiera regresar para ser parte inicial de un nuevo ciclo, sin embargo esto en la realidad no se da de esa manera. El Estado de este modo entra en el esquema ejerciendo distintas políticas económicas dependiendo del tipo de sistema económico que se manifieste, y que a su vez estará caracterizado por el nivel de influencia que éste (el propio Estado) tenga en la economía en cuestión. Este tipo de consideraciones resulta de especial importancia para el análisis del patrón de acumulación, puesto que si bien un Estado puede mantener en el papel un grado de intervención determinado, las formas en que se expresa en el plano de lo real variará dependiendo del tipo de políticas específicas aplicadas, las cuales se conformarán a partir de las características naturales propias de cada territorio o país.
Se debe tener claro que el Estado tiene múltiples atribuciones, las cuales de forma innegable van a repercutir en las formas de vida que mantiene la población de una sociedad determinada, así podemos comprender que el Estado puede entregar un determinado territorio de “todos los chilenos” para la explotación de una determinada empresa, (y a la larga de una determinada clase) la cual puede obtener el máximo de beneficios económicos a costa del trabajo, el esfuerzo y la explotación de la clase antagónica, o sea los trabajadores.
Para el sistema capitalista es de suma importancia que el Estado incentive su desarrollo, en caso contrario, o sea que el Estado incentive políticas contrarios a los intereses del capital, se corre el riesgo de producir un ahogo del modo de producción capitalista, cuestión que a su vez podría eventualmente producir una crisis.
Con el objetivo de evitar este tipo de desenlace el Estado utiliza una serie de mecanismos destinado a mantener el normal funcionamiento del sistema, priorizando siempre la optimización del desarrollo del capitalismo, en este sentido las políticas económicas aparecen como fundamentales dentro de la variada gama de atribuciones que el Estado maneja para la defensa del capital, entre estas podemos contemplar el cobro de impuestos, destinados básicamente a la aceleración del circuito del ciclo capitalista, cuestión que se evidencia en las inversiones destinadas hacia infraestructura (como vías de comunicación terrestre para facilitar el transporte de mercancías), o en trámites burocráticos. Junto a lo anterior podemos identificar el IVA, la fijación de las tasas de interés, el cobro de aranceles y también la política cambiaria. (Con respecto al cobro de aranceles cabe destacar que por lo general a mayor cobro corresponde un menor desarrollo del capital y viceversa).
Con respecto a las clases sociales, tenemos que comprender la evidente complejización (respecto a su identificación) a la que se han sometido durante los últimos años. Hoy en día nos resulta difícil hablar de una clase burguesa y una clase pobre a secas, hay que entender que dentro de la burguesía existen distintos sub.-escalafones que conforman grupos distintos dentro de la misma. La clase media en tanto, al igual que la clase pobre también se presenta con una diversidad compleja. Sin embargo se debe entender que la diferenciación de clases se da de acuerdo a la posesión o no posesión de los medios de producción.
Si queremos definir a los componentes de una clase determinada es necesario identificar a los personajes que configuran un patrón de acumulación. Esto implica el reconocer “credenciales”, bienes de organización, lo cual implica identificar propiedad del derecho de explotación, así como la propiedad de medios de producción.
Lo anterior nos induce no sólo a diferenciar la estructura de clase, sino también a identificar cómo los integrantes de éstas se desenvuelven para defender los intereses del grupo o clase a la cual pertenecen, cuestión que en la práctica presentara distintos matices e implicaciones. La posesión de los medios de producción para identificar a las clases, resulta insuficiente frente a lo anteriormente expuesto, es por esto que surge como necesario agregar dos nuevos criterios:
a) Credenciales, Las cuales son adquiridas por los individuos y que tienen que ver con la legitimación de algún rango social, o sea atribuyen un determinado estatus social, jerarquía y rol determinados. Por ejemplo la adquisición de algún título universitario.
b) Posesión de los medios de organización, que no necesariamente conlleva el poseer alguna credencial. Ejemplo: el jefe de una cuadrilla de trabajo.
Otro factor que tiene que ver con la identificación de clase, tiene que ver en el reconocimiento del cómo una clase se reconoce como sí, o en otros términos cómo los integrantes de la clase se reconocen como parte de la misma para sí y para con la clase antagónica esto plantea necesariamente un análisis de las condiciones subjetivas presentes los integrantes de la población.
Por otro lado existe una relación para efectos de reconocimiento de la clase proletaria se relaciona con el grado de explotación y dominación a la cual esta siendo sometida. No obstante este tipo de criterio dificulta la clasificación de ciertos grupos de individuos.
Para facilitar la identificación de la clase resulta bastante más clarificador el hecho de observar su comportamiento (ya sea grupos o individuos) en coyunturas o fechas históricas importantes, como por ejemplo la conmemoración del 11 de septiembre.
Los ejes de acumulación principales y subordinados es otro factor que se debe tener en cuenta a la hora de identificar el funcionamiento de un patrón de acumulación. En este sentido es necesario identificar los ejes económicos característicos de la sociedad en un momento dado. Por ejemplo durante la primera mitad del siglo XX, lo fue en nuestro país el recurso del salitre, mientras que hoy lo sigue siendo el cobre.
En este punto no tiene que ver la cantidad de participantes que en esta esfera participan, sino más bien la importancia económica estratégica que el eje represente para el país o región.
Se debe tener en cuenta además la existencia de sectores subordinados al eje principal, asunto que resulta de especial relevancia, puesto que el “eslabonamiento” entre distintos sectores dependientes los unos de los otros, forman parte de una totalidad que caracterizará la estructura económica de una sociedad.
El patrón de acumulación tiene una gran vinculación con el anclaje cultural de una región “x”, puesto que de algún modo va a determinar el cómo este se presenta. El desarrollo no es lineal ni rígido para cualquier sociedad, sino que es flexible e irrepetible en cada sociedad, en este sentido las formas de vida preexistentes son utilizadas por el capitalismo para su mejor forma de desarrollo. De este modo podemos entender que, al ser dominante el modo de producción capitalista, existen mayores posibilidades de que éste finalmente termine por inmiscuirse en todo el resto de la sociedad. Con esto se evidencia un proceso homogenizador que afectaría a naciones que aún no son caracterizadas por el modo de producción y acumulación capitalista. De esto se entiende que el capitalismo se mantiene en convivencia con otros modos de producción, convivencia que constantemente deriva en conflictos, debido a las ansias totalizadoras de este sistema de producción.
miércoles, 19 de marzo de 2008
Programa Taller: Aspectos conceptuales e interpretativos del desarrollo del capitalismo en Chile (SXX) para la orientación de la construcción de line
El propósito general del taller es entregar a los participantes un conjunto de herramientas teóricas y metodológicas útiles para comprender, teniendo a la vista los procesos de internacionalización hoy en curso, las principales tendencias que han caracterizado el desarrollo del capitalismo chileno durante el siglo XX e inicios del siglo XXI.
Estas herramientas deben servir para problematizar y orientar la construcción de lineamientos políticos de las organizaciones con pretensiones revolucionarias para el periodo que se abre hoy por hoy en Chile, dado el contexto mundial en que nos encontramos.
El análisis se concentra en las relaciones económico-sociales y políticas asociadas a las diferentes formas en que ha operado el proceso de acumulación del capital (patrones de acumulación), las alianzas sociales y políticas que lo han sustentado, las contradicciones que han caracterizado su dinámica y, por cierto las posibilidades que particularmente desde el hoy se vislumbran hacia adelante.
II. Contenidos
Sesión 1: Marzo
1. Un esquema de análisis económico-social: lo económico, lo “social” y lo político.
(a) Aspectos generales del funcionamiento económico-social del capitalismo.
(b) Lo económico-social: El concepto de patrón de acumulación, la constitución de las clases y las categorías sociales.
(c) La historia, la economía y la política: aspectos conceptuales
(d) El modelo ampliado: la economía – lo social – lo político – lo artístico y cultural
2. El patrón de acumulación del capitalismo industrial I: 1900 - 1925
(a) Aspectos generales del desarrollo económico chileno en el Siglo XIX
(b) El contexto internacional: guerra, revolución y crisis mundial.
(c) La transición hacia el capitalismo industrial: tendencias económicas y proyectos/sujetos políticos en Chile a mediados de los años veinte.
Sesión 2: Abril
3. El patrón de acumulación del capitalismo industrial II: 1925 - 1973
(a) El centro de post-segunda guerra: welfare state, keynesianismo y el nuevo orden mundial.
(b) La critica del comercio internacional de Prebisch.
(c) El proyecto ISI: la planificación del desarrollo y las alianzas.
(d) Resultados en los años 40-50.
(e) El agotamiento estructural de la primera industrialización y las salidas dentro del paradigma desarrollista.
(f) Las contradicciones estructurales. Teoría de la dependencia.
(e) Los proyectos/sujetos ante la crisis de fines de los años 60.
4. La teoría neoliberal transformada en proyecto.
(a) El nuevo discurso: el Consenso de Washington y los programas de reformas estructurales del Banco Mundial.
(b) La internacionalización del capital, tendencia económica central de la globalización.
(c) El proyecto neoliberal en Chile: “El Ladrillo”, los chicago boys y la derrota del corporativismo.
Sesión 3: Mayo
5. Una contrarrevolución neoliberal temprana: el patrón de acumulación en Chile: 1973 - 1989.
(a) Un nuevo bloque de poder: neoliberalismo económico, integrismo católico y una doctrina de seguridad nacional suis generis.
(b) Los primeros éxitos del modelo chileno: el shock antiinflacionario y la apertura.
(c) La crisis de 1982-83, el ajuste estructural de los ochenta y el crecimiento acelerado.
(d) El timimg de las reformas estructurales hasta los noventa, sus etapas y significados.
(e) La administración civil del modelo neoliberal. ¿Transición a que?
6. El capitalismo neoliberal chileno durante los gobiernos de la (des)Concertación: balance y perspectivas para el futuro inmediato, hacia un keynesianismo castrado: 1989 – hoy.
(a) La política y la política económica de los gobiernos de la Concertación.
(b) Los límites del patrón neoliberal chileno I: la pugna distributiva y sus consecuencias sobre los procesos productivos y de trabajo.
(c) Los límites del patrón neoliberal chileno II: la flexibilidad precaria y las condiciones estructurales de la pobreza.
(d) Los éxitos del neoliberalismo en Chile y el neoliberalismo tardío en América Latina.
(e) Las fuerzas del desarrollo y el cambio social: sujetos y proyectos en el Chile del Siglo XXI.
V. Bibliografía sugerida.
Agacino, R. (1994): Acumulación, Distribución y Consensos en Chile. Disponible en: http://www.redem.buap.mx/acrobat/agacino3.pdf (*)
Agacino, R. (1997): Anatomía de la globalización y la integración económica. Notas de discusión. L. En, “Nuevos rumbos para la Integración ante el desafío de la globalización”, Instituto Internacional de Integración, Convenio Andrés Bello, 1977, La Paz, Bolivia Disponible en: http://www.redem.buap.mx/acrobat/agacino1.pdf (*)
Agacino, R. (2006): “Hegemonía y contra hegemonía en una contrarrevolución neoliberal madura. La izquierda desconfiada en el Chile post-Pinochet” , presentado a la reunión del Grupo de Trabajo Hegemonías y emancipaciones de CLACSO, 30-31 enero de 2006, Caracas, Venezuela. Disponible en: www.redem.buap.mx/acrobat/agacino17.pdf (*)
Arrizabalo, X. (1995): Milagro o quimera. La economía chilena durante la dictadura. Los libros de la catarata, Madrid, España.
Ffrench - Davis, R. (2003) Entre el neoliberalismo y el crecimiento con equidad. Tres décadas de política económica en chile. 3 edición, J-C Sáez editor.
Garcés, M. (2003). Crisis social y motines populares en el 1900. LOM Ediciones Historia, 2ª edición.
Gouverneur, J. (2005): Los Fundamentos de la Economía Capitalista. Una introducción al análisis económico marxista del capitalismo contemporáneo. Disponible en: http://www.i6doc.com/doc/a5economia
Grez, S. (2005): “Escribir la historia de los sectores populares. ¿Con o sin la política incluida? A propósito de dos miradas a la historia social (Chile, siglo XIX)”, en Política, vol. 44, Santiago, 2005, págs. 17-31. Una versión disponible en: http://rcci.net/globalizacion/2006/fg589.htm
Illanes, M. (s/fecha): Política social y modelos de desarrollo: puntos de saturación histórica Chile, 1924-2003. UN Research Institute for social development social policy in a depelopment context. Disponible en: http://www.trabajoyequidad.cl/documentos/Politica%20social.pdf
Marini, R. (1979): El ciclo del capital en la economía dependiente. Mercado y dependencia, Ursula Oswald (Coord.), Nueva Imagen, México, 1979, pp. 37-55. Disponible en: http://www.marini-escritos.unam.mx/008_%20ciclo_es.htm
Osorio, J. (s/fecha): Patrón de reproducción del capital, crisis y mundialización. Disponible en: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/reggen/pp17.pdf.
Rojas, J. (s/fecha): Las políticas laborales en Chile: 1900-1970. Disponible en: http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/rojasfj/rojasfj0007.pdf
Salazar, G. (2003): Historia de la acumulación capitalista en Chile (Apuntes de clase). LOM Ediciones Historia. (Introducción, Quinta, Sexta, y Séptima parte)
Valenzuela, J. (1990): ¿Qué es un patrón de acumulación?. Economía de los 90. Facultad de Economía, UNAM, México. (Capitulo II)
Vitale, L. (1998): Interpretación marxista de la historia de Chile. De Alessandri P. a Frei M. (1932-1964) Industrialización y modernidad. Lom Ediciones.
VV. AA. (1992): El Ladrillo. Bases de la Política Económica del Gobierno Militar Chileno, CEP, Santiago.
Wright, E. (1994): Clases. Siglo XXI de España Editores, S. A.
Zemelman, H. (1998): De la historia a la política. La experiencia de América Latina. Siglo XXI Editores – Universidad de las Naciones Unidas. (Introducción y capitulo 1)
[1] Programa presentado por Laope en el marco de la Escuela de Formación Política Permanente a desarrollarse durante el año 2008 e impulsada por la Comunidad Militante de la VIII región.